¿Quién no tiene un muerto en el ropero?
¿Quién no tiene un muerto en el ropero?
Por eso yo me inclino por el politeísmo. Si creyera en dioses
creería en muchos, nunca en uno sólo, porque... Por lo menos siendo
muchos se podrían echar las culpas entre ellos, como los políticos.
En cambio uno sólo cargaría con todos los males sobre la cabeza.
A no ser que se acepte un Dios que no sea bueno, al menos no del
todo bueno.
Un Dios bueno-malo no estaría mal. Sería a imagen y semejanza
del hombre. Y además no estaría rodeado de toda esa atmósfera se
santurronidad con incienso y naftalina.
Capaz que me simpatizaría al igual que a muchos de ustedes. Ja
ja, esa sí que sería una idea revolucionaria... y sin embargo...
los que en alguna época siguieron a iglesias de dioses binarios
parece que se han quedado sin continuadores.
Sería mal negocio por alguna causa que no se me ocurre.
Pero qué dichosas catedrales se hubieran podido construir en
honor a ese dios bromista y divertido... aunque a veces mentiroso y
malintencionado. Su biblia, podría narrar la historia de una especie
humana muy parecida a su creador, pero sin cargar las tintas, tanto,
en la culpa del culpable, o en la redención de los pecados. Un dios
consciente de sus contradicciones no llegaría a instaurarse como
juez implacable ni verdugo insensible.
Pero igual, un dios solitario no me termina de convencer.
Por algo los supuestos monoteístas terminaron por aceptar la
existencia de un segundo dios. El dios del mal. El demonio o satanás,
o cualquiera de sus muchos nombres, vino a llenar el sentido vacío
que se venía arrastrando desde la última religión idólatra.
Tampoco nada quita que puedan haber muchos dioses y a la vez, que
cada uno de ellos sea un poco bueno y un poco malo, como nosotros,
que somos bastante buenos pero no del todo.
¿Quién no tiene un muerto en el ropero?