Supongamos
Supongamos que alguno de nosotros decidiera crear un ser inteligente y conciente, Supongamos que supiéramos cómo hacerlo y que quisiéramos hacerlo de la mejor manera, o, al menos de la mejor manera dentro de lo que somos capaces...
Si el ser que querríamos crear va a ser Conciente e Inteligente, entonces le tendríamos que permitir la mayor libertad posible, al menos de pensamiento, de lo contrario estaríamos creando un autómata estúpido más. Algo que por muy ingeniosa que sea su conducta terminara siempre por agotar las variantes producidas por la teoría combinatoria. Un ser Conciente e Inteligente necesita libertad para desarrollarse. Libertad en su pleno sentido, y no apenas la "libertad de obedecer" a cambio de un premio o de revelarse a cambio de un castigo. Eso no sería libertad sino chantaje.
Los circuitos neuronales, o sus equivalentes, deberían ser no deterministas. Impredecibles, a priori, y tan sensibles que bastase con un cuanto de energía para alterar su estado. Verdaderos receptores, o antenas si se quiere, aunque también podrían ser comparados con teclados de millones de teclas, donde el Misterio pueda digitar sus complejísimas improvisaciones
Nunca seremos dioses
Parece natural que los humanos terminemos por fabricar una máquina, que reproduzca con fidelidad el funcionamiento de nuestra mente. No es que sepamos cómo es ese funcionamiento, apenas lo entrevemos, pero lo intuimos y esa intuición nos va guiando paso a paso.
Ahora bien: ¿por qué? Por qué sería necesario que cualquier cosa inteligente y conciente tendiera a reproducirse? ¿Será una ley suprema dictaminada por un nivel superior del poder universal? ¿O será simplemente que esta vez y aquí, parece que eso estuviera por producirse?.
En un planeta llamado Tierra, habitado por un modelo biológico dotado de una mente medianamente elástica, ésta misma especie ha llegado a un desarrollo tecnológico que les pone en condiciones de plasmar en los hechos aquel sueño tan antíguo. Crear una mente a su imagen y semejansa
Una Mente
Ya han avanzado un trecho tan largo que de seguro se enfrentan ya ante la duda de si será posible dotarla de conciencia. A muchos les parece que una mente sin conciencia, sigue siendo un mero remedo de lo que desde un principio fue el proyecto. La creación de una mente conciente.
Una Mente Conciente
Claro!
O sea otra persona.
Pero...
Hay un inconveniente atravezado a lo ancho del camino.
Nadie carajo sabe qué mierda es la conciencia!
Si no entendemos eso nunca llegaremos a ser dioses...